Y es que Dios nos Devolvió el Paraiso, LA NATURALEZA PERFECTA SANADORA
Dijo Jesús a Lázaro, prediciendo lo que nosotros mismos podríamos decirnos, si no nos rendimos en la Fe.
Esto que voy a narrarles es una historia real increíble, escuchada de la boca de un renombrado neurólogo de aquí mismo, al doblar de la esquina en Miami, el Doctor Ramírez Calderón y de un joven cubano valiente y decidido, que creyó, que con fe y tesón, podría pararse de la silla de ruedas, aun con un diagnóstico comprobado y repetido de los MRI y todo tipo de exámenes relacionados, en un hospital de Manhattan del cual salió en silla de ruedas hace más de veintidós años, cuando Dios me dio la oportunidad de conocerlo y de que ayudara mucho a mi Mamá con Parkinson Desease, por treinta años y por eso, puedo narrarles la historia de primera mano.
Hace veintidós años una mañana en la que mi mamá asistía a su neurólogo, pidiendo más pastillas para poder caminar y ser útil a si misma, yo protestaba como siempre con indignación, porque sabía, que solo el ejercicio la ayudaría y sorprendentemente el neurólogo me dijo –“Okay tu que crees tanto en el ejercicio como solución para casi todo, sino para todo, busca a este joven que acaba de pararse de la silla de ruedas, teniendo por años un diagnóstico de Esclerosis Múltiple, es mi paciente y es increíble lo que ha logrado haciendo Taichi”- Mi emoción fue indescriptible y eso me lo decía el Doctor Ramírez Calderón, un neurólogo reconocido y alópata, quien había visto con sus propios ojos el logro de este joven aguerrido. Y yo, amigos lectores, yo lo se, lo he visto repetidas veces, lo he vivido en carne propia, yoga, taichi, karate, kung fu, nadar, bailar, caminar el ejercicio moderado y la dieta sana con mente poderosa y llena de bondad, pueden hacer la diferencia entre la vida y la desgracia.
¿De dónde sacaste esa fuerza Tony para luchar contra esa condición tan tremenda sin flaquear, por todos estos años?
“Yo decidí no rendirme, nunca rendirme y cuando fui hospitalizado porque colapsé y recibí el diagnóstico después de tres semanas en el hospital, me dediqué en mis noches sin poder dormir, por los efectos de los fuertes medicamentos que recibía, a visitar en mi silla de ruedas a los otros pacientes y a hablarles de Dios. Escuchaba sus problemas y enfermedades y les hablaba de Dios y esa actitud se revirtió en mi propio beneficio y decidí luchar. Luchar con todo y nunca, nunca rendirme, ni dejar de ayudar a otros que necesitaban de esa fuerza.”
Tony Garcia vivía en New Jersey, muy cerca de New York city y un día, sintió como su cara estaba dormida, algo paralizada y luego, otros síntomas lo hicieron acudir a un neurólogo de la gran manzana, éste le confió su sospecha de que estuviese sufriendo de esclerosis múltiple, pero decidió hacerle muchos otros exámenes para confirmar su diagnóstico original. Solo unas semanas después, Tony tuvo un episodio terrible un vértigo extremo y colapsó, fue llevado a un hospital en New York, donde estuvieron haciéndole estudios por meses y ya comenzaron a tratar su Esclerosis Múltiple, con lo que para esa época se utilizaba, una inyección subcutánea de prednisona en días alternos para reducir la inflamación de los nervios…
Era un joven de 30 años quien comenzaba a vivir, me dice que siempre fue saludable y nunca tuvo un síntoma de algo así en su vida previa. Seis meses antes se hizo todas las vacunas que la Universidad le pidió para cursar Business Administration y él siempre ha pensado que esas vacunas tuvieron algo que ver ese agresivo diagnóstico poco halagador, porque anteriormente nunca había sufrido de nada neurológico.
¿Cómo decidiste cambiar la forma de tratar tu condición y buscar otra alternativa?
“Las inyecciones se volvieron insoportables, así como la idea de no poder caminar. Comencé a investigar disciplinas naturales y curativas, la medicina china me atrajo y empecé a tratar de hacer Taichi, existían muchas referencias de sus efectos curativos, así que busqué a un homeópata, quien comenzó a darme un tratamiento totalmente natural y una dieta alcalina, donde no podía comer lácteos, ni azúcar, ni hongos, ni especies fuertes, ni nada tóxico. Los carbohidratos me eran permitidos con moderación y la proteína necesaria para alimentar mis músculos, pero variada y sana. La dieta Atkin para esa época también me ayudó. Fue fuerte pero afortunadamente encontré a mi maestro de Taichi, él fue mi inspiración y continúa siéndolo, así como a un amigo que transitaba la misma aventura, pero su lucha era contra el Sida. Un moreno quien, sí tomaba drogas parala enfermedad pero que con estas disciplinas orientales había logrado no tener ninguna consecuencia, era como si no tuviese nada.”
Tony no solo practicó Taichi levantándose poco a poco de su fatiga y debilidad muscular, sino que además se volvió profesor, se hizo acupuntura, se dio masajes y también aprendió como darlos y comenzó a ayudar a otras personas.
La asociación de Esclerosis Múltiple lo buscó para dar conferencias y crear grupos de apoyo, su ejemplo era inspirador exitoso, imagínense después de veinticinco años, se ha mantenido sano y es un profesor de Taichi, que ahora ayuda a levantar de la silla a otros
“Conocí a esta joven- me cuenta Tony- en silla de ruedas, muy débil y me dijo que se casaría pronto pero que su mayor sueño, era caminar con su papá en la iglesia hasta su novio. Comenzamos mi amigo y yo a trabajar con ella y unos meses después, pudo sentir la fuerza del Taichi levantando sus pies y apoyándose de su papá pudo caminar en la iglesia hasta el altar, sobre sus propios pies. ¡Dios! nos sentimos tan felices de poder ayudarla. Yo he formado muchos grupos de apoyo para la asociación de Esclerosis Múltiple y sabes que nombre tienen, en todos los lugares en los cuales los he creado: “Pero luces tan bien” (But you look so Good) -jajaja, ambos nos reímos -porque eso era lo que me decían todos a mí ¿Cómo puedes tener Esclerosis y luces tan bien? Y yo lo que he buscado siempre, es que puedan decirle eso a quienes sufren la enfermedad. ¡Pero luces tan bien!”
Sí, yo fui una de las que le pude decir ¡increíble! Se veía como un atleta, tenía músculos y era joven y fuerte, asistía a mi mamá con aquel cariño y dulzura, pero entendía lo que sentía, su debilidad, su tristeza, su impotencia frente al mal. El mal de Parkinson es destructivo y cruel pero él, él la hacía sonreír. Ella lo esperaba cada tarde y hacía los ejercicios de buena gana, y él le daba masajes en los pies y las manos y le contaba historias, le hablaba de Dios y la hacía mover su cuerpo flexible pero exhausto, devastado por la debilidad y el temblor implacable del Parkinson… Lloro al recordarlo, fue una gran esperanza para mí. Lamentablemente ver y una interacción de medicamentos hizo que mi mama sufriera, a los años cuando mejor estaba, caminando agarrada de la mesa por lo menos por veinte minutos y tomando túrmeric y celery para sus dolores de columna, un Low in Sodium colapse. Le bajó el sodio caóticamente y pensamos que era un derrame cerebral, por lo que corrimos al hospital y allí muy bien atendida en la emergencia, me dijeron no, sólo tiene un intenso desbalance del sodio y eso la hizo enredar el habla y no poder levantarse debido a la interacción del Plavix y las pastillas del Parkinson y después ya la hospitalización fue otra cosa, exámenes y antibióticos para infecciones, que nunca se encontraron en fin, un camino de confusión y crisis, los hospitales…
La maldita Levodopa que “evitaba los temblores” había destruido también muchos de sus reflejos y enredado su lengua, las drogas convencionales destruyen y generan efectos secundarios terribles y a veces irreversibles.
¿Qué has hecho todos estos años para continuar sano y fuerte, dando clases de Taichi teniendo esa condición Tony?
“Cuidarme Mayra y tener mucha fe y constancia, con una dieta específica como te dije , acupuntura , homeopatía, y sobre todo Taichi, el Taichi ha sido mi salvación y ayudar a otros en mi camino ha revertido todo el bien en mí. Ayudando a otros, me ayudo yo mismo, la parte espiritual es vital. De nada vale cuidarse, si el espíritu no está sano. He tomado muchas vitaminas y reconstituyentes, he hecho Biophoton, que es un tratamiento con una luz, que muchos médicos utilizan y el Taichi siempre, que es mi modo de vida. Todo lo que tomo es natural, pero me mantengo controlado con mi neurólogo y claro si me desvío del camino comienzo a ver síntomas de nuevo, que me hacen volver, pero la fe ha sido mi guía y mi determinación de nunca rendirme, de luchar y ayudar a otros a lograrlo y es algo que hagocada día con pasión.“
Tony siempre está cuando lo llamo, siempre puede dar consejos y sugerencias para quien las necesite. Se mantiene activo en Orlando como profesor de Taichi pero tiene muchos alumnos aquí en Miami porque da clases por Zoom específicamente para este tipo de condiciones y artritis, falta de balance etc. Continua él mismo estudiando con su maestro en quien confía y a quien sigue activamente y es un ejemplo de que no podemos rendirnos nunca, sino luchar y buscar alternativas.
Les dejo su página Web allí pueden conocer mucho mas de el y de su labor taichiinflorida.com
“Bien aventurados los que creen sin ver, porque de ellos es el Reino de los Cielos“ -Dijo Jesús, porque la fe mueve montañas y puede darnos la llave del éxito y la iluminación de la salud y la felicidad. “Este es mi regalo de Navidad . Una historia real del triunfo de la fe y el tesón, de la disciplina y el buen corazón, que pueden hacernos ganar cualquier batalla.
¡Feliz Navidad! ¡Dios los Bendiga siempre! Y les de muchos años de salud, felicidad y alegría junto a sus familias, amigos y a todos sus semejantes, a quienes pueden ayudar de una u otra forma.
Por Mayra Blanco-Martínez
blancomartinez555@gmail.com
