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Alain Arias-Misson “Las Galerías y las Ferias Están Llenas de Arte Aburrido

Alain Arias-Misson “Las Galerías y las Ferias Están Llenas de Arte Aburrido

Alain Arias-Misson es poeta. No es un poeta que escribe versos lineales a los que estamos acostumbrados. Lo suyo es la poesía visual o concreta. Más de cincuenta exposiciones individuales y doscientas colectivas avalan su larga trayectoria artística. Nació en Bélgica y se educó en Estados Unidos (egresó de Harvard luego de cursar estudios de griego clásico). Ha publicado más de una docena de novelas y su obra poética está representada en numerosos museos alrededor del mundo, entre ellos, el Reina Sofía, el Museo Getty, Museo Contemporáneo de Bélgica MUHKA y el Pérez Art Museum, Miami. Sus archivos (bocetos, escritos, correspondencia) fueron adquiridos por Yale University el año
pasado.

¿Qué es la “poesía visual o del concretismo?
Es una forma visual/poética que se ve en dos o tres dimensiones y puede entenderse en una breve frase. Es decir que para ser entendida y disfrutada, debe leerse y mirarse. Es una forma visual porque se compone de letras, frases. A diferencia de las muchas pinturas que incluyen frases y en las que la frase es a menudo propagandística o en todo caso simplemente un fragmento de la forma visual, la poesía del concretismo se vale de las palabras y las letras que se leen y al mismo tiempo se ven. Hay una inversión radical en el “ver” de la obra, porque el ver es también entender, es lectura al mismo tiempo. Es como si la mirada hacia el exterior, hacia el mundo y sus objetos, se acompañara una mirada hacia el interior, hacia la mente, la articulación del pensamiento y la metáfora.

¿Cuándo surge?
Las primeras expresiones de la poesía concreta -muy estructural o formal intuitiva- surgen hacia los años 50. Fue un fenómeno muy “sui generis”, un movimiento puramente poético que estalló en 20 países con no más de cincuenta poetas que, en su mayoría -como es mi caso- no se conocían entre ellos. No se integra a la historia de la pintura que es otro campo. En 1970 se realizó la primera gran exposición mundial “Konkrete Poesie” -en la que participé- y tuvo lugar en el Museo Estatal de Amsterdam.

A partir de los años 80 la práctica de la poesía visual se extendió con el uso de recortes de periódico, formas y otros elementos. Hoy hay docenas de revistas incluso en los EE.UU.

(Nueva York, L.A.) que publican poesía que ya no es «concreta» sino «visual», a tal punto que esta poesía ha perdido su definición y se ha convertido en un sinsentido.

¿Qué papel desempeña el crítico de arte con relación a la poesía visual?
El crítico de arte, se encuentra inevitablemente ante un dilema. ¡Sus herramientas habituales no sirven para nada aquí! La consternación del “crítico de arte” que mira —y lee— el poema concreto o visual— se debe a la ambigua realidad del híbrido al que se enfrenta —ni pez ni ave, sino un ave, una especie diferente. Seguramente es necesaria una clave para la “mirada” visual hacia el exterior, una clave muy diferente para la interioridad poética. Sin embargo, esas dos llaves no se pueden usar por separado sino simultáneamente.

Un crítico ha designado esto como singlosico. Afortunadamente, el poeta es muy consciente de la paradoja y, siendo articulado, puede explicarse a sí mismo la naturaleza de su extraña progenie. Quiero enfatizar este punto porque es el punto.

La poesía concreta o visual no es otra forma de arte aburrida. Las galerías y las ferias de arte ya están demasiado llenas de ellas.

¿Cuál es tu apreciación sobre el mercado del arte actualmente?
Con frecuencia me pregunto qué pasa hoy cuando tantos artistas están copiando a alguien más de hace 30 o 40 o 50 años, cuando las Bienales alrededor del mundo desde Miami a Venecia, de Documenta a Basilea, Dubai y Sao Paulo están promoviendo desesperadamente todo este reciclaje y contratando doctores inteligentes para convencer a las multitudes de Art-Superbowl (o a los pocos inversores) de que el último Picasso o el más nuevo

Dalí ha aparecido en escena…

Me pregunto, repito, si en este enorme mercado del arte, la gestión comercial de los artistas por parte de curadores y mecenas multimillonarios, es una señal premonitoria de que el espíritu creativo está muriendo… el tiempo nos dará la respuesta.